Las creencias son pensamientos, ideas y convicciones que hemos adquirido en base a nuestras experiencias, la educación recibida y el entorno social y cultural en el que vivimos. Las creencias se forjan en nuestras relaciones personales con nuestros amigos, familia, jefes, vecinos, pareja, hijos… Por lo que nacen, desaparecen o se refuerzan en cualquier etapa de nuestra vida. Una vez adquiridas, las consideramos como algo verdadero y real e influyen en nuestro comportamiento.
Para entender mejor qué son las creencias, veamos un ejemplo. Un niño es criticado “destructivamente” por sus padres: “eres un inútil”, “te cuesta hacer las cosas bien”, “eres un egoísta”. Y otro niño al que refuerzan su comportamiento y actitud: “eres inteligente”, “eres capaz de conseguirlo”, “eres muy valiente”… Probablemente, de adultos, uno tendrá la creencia limitante de que no logrará sus objetivos porque es un inútil y no le saldrá bien; sin embargo, el otro tendrá la creencia potenciadora de que es capaz de conseguir lo que se proponga. Ambos, conciben su pensamiento como algo real.
Entendiendo el significado de las creencias, ¿eres capaz de identificar las tuyas? Modificar, eliminar o crear una nueva creencia no es fácil, es una idea o un pensamiento que hemos desarrollado con el tiempo. El primer paso y el más importante, es identificar tus creencias.
Todos tenemos objetivos en la vida que nos gustaría alcanzar, cuando estos no son inmediatos o planificados en el tiempo es porque hay algo que nos limita. En ocasiones lo asociamos a un factor externo: no estudio porque no tengo dinero, no soy capaz de hacerlo porque nunca me han enseñado, no puedo demostrar lo que valgo porque no me dejan… ¡Se acabó! “Stop balones fuera”. Asume la responsabilidad. Empieza a cuestionarte qué es lo que realmente te frena para conseguir lo que quieres. Escribe las creencias que te limitan y pregúntate:
¿Qué te hace pensar eso? ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué cosas te impide hacer esa creencia? ¿Cómo te sentirías sin ella? ¿Cómo cambiaría tu vida?
Responder a estas preguntas, es decir, la auto-observación, te ayudará a tomar conciencia de tus creencias limitantes como paso importante para alcanzar tus objetivos. Por otro lado, no olvides identificar también tus creencias potenciadoras, en otras palabras, lo que crees sobre ti mismo y tu vida, aquello que te hace sentir bien, te aporta y te hace creer en tus capacidades.